Toxoplasmosis, gatos y embarazo
"¿Debo deshacerme de mi gato si estoy embarazada? ¡Mi suegra dice que es muy peligroso tocar al gato si se está embarazada!”
Contrariamente a lo que la mayoría de la gente piensa, los gatos domésticos de interior apenas intervienen en la transmisión de la toxoplasmosis, según un estudio llevado a cabo por investigadores de varias universidades y centros especializados de los Estados Unidos¹.
¿Qué es la toxoplasmosis?, y ¿por qué culpan a mi pobre gato que ya lleva viviendo conmigo varios años?
La toxoplasmosis es una enfermedad trasmitida por un protozoo, Toxoplasma gondii, que normalmente pasa inadvertida en personas inmunocompetentes (es asintomática, es decir, no produce síntomas) pero que puede tener graves consecuencias en personas inmunodeficientes (feto, personas con SIDA o leucemia, pacientes recién trasplantados, etc.).
El gato y otros felinos son los hospedadores definitivos de Toxoplasma, pero prácticamente todas las especies de sangre caliente (incluido el ser humano) pueden actuar como hospedadores intermediarios; esto significa que, si bien el ciclo del protozoo se completa en los felinos, pueden producirse infecciones en cualquier otro animal de sangre caliente.
Cuando un gato resulta infectado por primera vez (por ingerir carne cruda o beber agua no tratada principalmente) disemina el protozoo con sus heces durante un periodo de una a tres semanas; después de este periodo ya no supone un riesgo de contagio. Además, las formas del protozoo que salen con las heces necesitan entre uno y cinco días para “activarse” antes de ser infectivas. Todo esto hace enormemente improbable que un gato “casero” que no come carne cruda ni caza por su cuenta, y cuyo arenero se limpia diariamente, pueda contagiar la toxoplasmosis a su dueña embarazada si se mantienen unas mínimas medidas de higiene.
¿Cuáles deberían ser las principales precauciones de una mujer embarazada para evitar contraer la toxoplasmosis?
- Mantener al gato (o los gatos) dentro de casa para evitar que cace y que ingiera agua contaminada, no alimentarlo con carne cruda y limpiar la bandeja de arena diariamente (preferiblemente alguien distinto de la mujer embarazada)
- No comer carne cruda o poco cocinada (o congelarla al menos a -12º C durante 24 horas) ni beber leche de cabra cruda, y lavar adecuadamente las verduras antes de su consumo
- Beber sólo agua potable o de procedencia conocida, o tras ser filtrada/hervida si se desconoce su procedencia
- Utilizar guantes durante las labores de jardinería y al manipular carnes crudas, y lavarse adecuadamente las manos tras ello
- Disminución del acicalamiento
- Posturas extrañas al caminar o al dormir (espalda arqueada, cabeza baja…)
Siguiendo estas sencillas indicaciones nos mantendremos a nosotros y a nuestros gatos libres de toxoplasmosis.
No debemos olvidar que los gatos aportan numerosos beneficios psicológicos y bienestar emocional a las personas que disfrutan de su compañía, especialmente cuando forman parte de la familia como uno más de sus miembros; por ello es muy importante informarnos bien para no deshacernos de nuestros pequeños amigos por las razones equivocadas.
Para cualquier duda sobre el tema, no dude en venir a visitarnos a la clínica.