El síndrome braquicefálico

El síndrome braquiocefálico es un conjunto de anomalías asociadas a razas de cabeza corta (bóxers, bulldogs, carlinos, pequineses…), y que ya aparecen de manera congénita. Dichas anomalías son las siguientes:

El síndrome braquiocefálico es un conjunto de anomalías asociadas a razas de cabeza corta (bóxers, bulldogs, carlinos, pequineses…), y que ya aparecen de manera congénita. Dichas anomalías son las siguientes:

Todas estas modificaciones producen una resistencia al paso del flujo de aire durante la respiración, lo que hace que el esfuerzo inspiratorio sea mayor de lo normal; esto provoca un estrechamiento aún mayor de las vías aéreas, lo que lleva a un círculo vicioso que da como resultado una dificultad respiratoria cada vez más importante.

El estrés que se produce cuando nuestra mascota hace ejercicio, cuando hace calor, o simplemente cuando se excita al jugar o al saludarnos, hace que su dificultad inspiratoria se acentúe más aún. Además, hay que tener en cuenta que los perros apenas poseen glándulas sudoríparas, por lo que su principal forma de disipar el exceso de calor corporal es mediante la respiración y el jadeo; si estos mecanismos están dificultados por un estrechamiento de sus vías respiratorias, los efectos perniciosos de un exceso de calor se verán acentuados. El exceso de peso, especialmente en estos perros, empeora el problema respiratorio: los perros obesos tienen más dificultades para regular su temperatura interna, ya que la capa de grasa actúa como aislante térmico. Por otra parte la obesidad predispone al desarrollo de problemas cardiovasculares.

¿Qué puede pasar si mi perro padece este síndrome?

Unas aberturas nasales demasiado estrechas podrían actuar a modo de válvulas, y un esfuerzo inspiratorio mayor podría cerrarlas; además en los perros chatos los cornetes nasales están comprimidos de forma irregular y pueden dificultar la llegada de aire a la faringe.

Un paladar blando más largo de lo normal estorba la circulación del aire, e incluso puede llegar a meterse dentro de la laringe. Todo esto hace que se inflame el tejido y provoca más obstrucción. Un indicio de paladar blando alongado es que el perro produzca una espuma blanca pero no vomite: el paladar actúa como una batidora, transformando la saliva en una densa espuma que tiene que ser expulsada por la boca.

Debido a la estrechez de las fosas nasales, al paladar alongado o a una combinación de ambos, se produce una obstrucción crónica de las vías respiratorias que a su vez provoca más cambios estructurales; en condiciones especiales (infecciones respiratorias, excesivo calor, ejercicio intenso, estados de hiperexcitación, etc.) el colapso puede llegar a ser total, dando lugar a un cuadro de asfixia.

Todo esto, unido al posible desarrollo de patologías cardiacas secundarias, podría implicar una seria reducción en la duración y la calidad de la vida de nuestra mascota.

¿Cómo puedo saber si mi perro padece el síndrome braquiocefálico?

Mediante las siguientes preguntas podrá usted saber si su perro padece este síndrome:

  • ¿Son sus fosas nasales demasiado estrechas? ¿Se estrechan más aún al respirar? ¿Producen sonidos sibilantes cuando inhala?
  • ¿Hace muchos ruidos con la boca y/o la garganta? ¿Ronca mucho?
  • ¿Vomita espuma sin razón aparente? ¿Se atraganta a menudo? ¿Regurgita el agua o la comida frecuentemente?
  • ¿Se resfría fácilmente? ¿Tiene secreción nasal de forma continua? ¿Parece como si tuviese flemas en la garganta?
  • ¿Se fatiga mucho aunque no haga calor? ¿Hace mucho ruido al excitarse?
  • ¿Parece tener la temperatura alta aunque no haga calor?

Si la respuesta a una o varias de estas preguntas es sí, su perro podría padecer el síndrome braquiocefálico. Muchos de nuestros amigos pueden tener solamente una de las anomalías, otros pueden tener más de una o incluso todas ellas, pero todos pueden acabar teniendo complicaciones respiratorias y esto es lo que puede determinar su longevidad y su calidad de vida.

¿Qué puedo hacer si creo que mi perro padece este síndrome?

Si cree que su perro padece o puede padecer el síndrome braquiocefálico, no dude en pedirnos una cita: responderemos a todas sus dudas y, tras una exploración minuciosa, podremos llegar a un diagnóstico definitivo. Una vez confirmado el diagnóstico, podremos decidir las vías de actuación y los tratamientos más adecuados para cada caso.

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