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dueña rasca a su perro con atopia

dueña rasca a su perro con atopiaLa atopia canina es una enfermedad muy común en los perros y que supone ya el 50% de los casos en dermatología. Hoy hablaremos de cómo el propietario tiene un papel fundamental en el tratamiento adecuado del proceso

¿Qué es la atopia?

Se trata de una enfermedad inflamatoria de la piel que cursa con mucho prurito (picazón) y cuyo origen es una alergia a componentes que hay en el ambiente. Estos componentes son muy variados y, en general, se les denomina alergenos. Pueden ser pólenes, hongos, ácaros del ambiente…

¿Cómo se produce esta dermatitis alérgica?

Cuando el animal está en contacto con algunos de estos alergenos sufre una reacción alérgica con enrojecimiento de las zonas más delicadas de la piel como son la parte interna de las orejas, la cara, los espacios interdigitales o el abdomen.

Como tiene picores intenta aliviarse lamiéndose y la saliva va coloreando los pelos con un tono oxidado que en los pelos blancos de nota muy bien. Si los picores aumentan, el animal se rasca y las lesiones son mayores, hasta el punto que pueden infectarse y el cuadro se complica aún más, ya que a su vez la infección produce más picores y por tanto más rascado.

¿Cómo puedo ayudar a mi perro con atopia?

La atopia no se cura, es una enfermedad que estará ahí siempre que el alergeno aparezca si no haces inmunoterapia.

Si el alergeno es un polen, tu perro mejorará mientras la planta no lo produzca, pero reaparecerá en la época de floración de la planta. Puede suceder que si cambias de zona tu perro mejore, simplemente porque en esa región no crezca la planta a la que es alérgico.

Los atópicos por ácaros ambientales suelen mejorar cuando se desplazan a zonas secas, ya que por debajo de un 70% de humedad los ácaros son menos abundantes; y en zonas muy secas no se desarrollarán.

Conociendo un poco cuál es su origen y cómo se desarrolla estás en condiciones de establecer los medios posibles para poder atenuarla:

Baños especiales para atopia

Los alergenos actúan por contacto sobre la piel y también por inhalación. Son importantes los baños frecuentes con champús apropiados. Los baños arrastran al alergeno para que no siga actuando y el champú, que además de serde uso frecuente, será respetuoso con la piel y aportará elementos calmantes y que favorezcan la renovación saludable de la piel.

Alimentación adecuada y rica en aceites grasos esenciales

La piel se renueva desde el interior y el aporte de nutrientes especialmente destinados a reponer las estructuras dañadas es fundamental.

Los ácidos grasos esenciales como el omega 3, que tiene efecto anti-inflamatorio o el omega 6 que favorece la renovación de la barrera dérmica, son ideales como ayuda en el tratamiento. Se ha visto que funcionan mejor dentro del propio pienso de alta gama para estos tratamientos que añadiéndolos externamente como tratamientos aparte del pienso.

Antihistamínicos

Por similitud a la atopia humana se han hecho intentos de tratamientos con antihistamínicos, pero no han dado resultados.

Anti-pruriginosos

Existen tratamientos anti-pruriginosos que deben ser prescritos por el veterinario y que funcionan muy bien en casos de brotes. También se usan en los tratamientos crónicos, pero sus efectos secundarios hacen que deban de ser supervisados estrictamente por la clínica veterinaria

Interferón y vacunas

Los tratamientos inmunitarios no tienen efectos secundarios y deben de intentarse siempre.
Son de dos tipos:

  • El que se conoce como “la vacuna” que consiste en una serie de inyecciones que llevan unas pequeñas dosis de alergeno que poco a poco consiguen la inmunidad del animal.
  • Los interferones que modulan poco a poco la reacción, haciéndola cada vez más pequeña.

La vacunas, en ocasiones no tienen grandes resultados y eso hace que el propietario se desanime, pero el carecer de efectos secundarios y que sean la única solución de “cura” en el caso de que el animal responda bien, hace que deban ser considerados como primera opción.

Control de pulgas y otros agentes irritantes

La piel está muy delicada y sensible, así que debemos de evitar por todos los medios que el perro pueda sufrir una infestación por pulgas o cualquier otro parásito externo que pueda irritar todavía más.

Control de la infecciones secundarias

Comentábamos antes que el perro se rasca por el picor que tiene, bien con sus uñas o contra objetos, que pueden contaminar las heridas y añadir al proceso inicial de la atopia un cuadro infeccioso.

Los problemas de piel pueden hacer que proliferen las malassezias, unos hongos que existen en la piel en condiciones normales y que están en equilibrio sin producir enfermedad, pero que en el momento que la piel está dañada pueden proliferar y aumentar la inflamación y el picor.

la atopia en perros y el picor intenso

La atopia canina es una enfermedad en la que el propietario deberá estar muy implicado para reducir los brotes y los síntomas

Como vemos, si no realizamos el tratamiento con inmunoterapia, que es el único que puede llegar a curar la enfermedad, la mayoría de los tratamientos son a largo plazo y actúan atenuando los síntomas.

Los procesos a lo largo del tiempo requieren de una implicación directa del propietario que se debe encargar de los baños, los controles antiparasitarios y una alimentación estricta.

El dueño deberá comprender y vigilar los síntomas para poder actuar lo antes posible cuando aparezcan los brotes y acudir al veterinario para cambiar las dosis o la frecuencia del tratamiento.

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