La leishmaniosis canina

La leishmaniosis canina es una enfermedad causada por un parásito microscópico del género Leishmania, que se transmite por la picadura de un pequeño insecto: el flebotomo o «mosca de la arena».

Puede afectar a varios animales, incluyendo los seres humanos, y es potencialmente mortal para todos los perros expuestos a flebotomos.

El flebotomo hembra es el único que transmite la enfermedad: cuando pica a un animal portador, el insecto se infecta con el parásito, que desarrolla un ciclo que puede durar entre 4 y 25 días; cuando ese insecto pica a otro animal, le transmite la enfermedad.

Los perros son especialmente vulnerables a la picadura de los flebotomos en las horas del día en que estos insectos son más activos: desde el atardecer hasta el amanecer.

Los síntomas de la leishmaniosis canina no son siempre evidentes, pero los signos más habituales son fiebre, caída del pelo (sobre todo alrededor de los ojo), pérdida de peso, úlceras en la piel y crecimiento anormal de las uñas. Los órganos internos también pueden quedar afectados y, en algunos casos, causa anemia, artritis y una insuficiencia renal grave.

Los flebotomos son habituales en el sur de Europa, donde los países y regiones de la cuenca mediterránea son áreas de riesgo elevado. La leishmaniosis es especialmente activa en casi toda España, Portugal, Italia, Grecia y el sur de Francia.
A pesar de que la enfermedad es endémica en casi toda España, la cornisa cantábrica está relativamente libre de ella; no obstante, cualquier migración supone un riesgo de infección. Si va a viajar con sus animales a áreas de riesgo elevado, pida información sobre esta enfermedad  y tome las medidas de protección apropiadas.

Es importante recordar que la leishmaniosis puede ser mortal para los perros infectados, y que los tratamientos pueden ayudar a controlar los síntomas, pero no existe cura una vez contraída la enfermedad. Por ello la prevención es el factor clave.

La prevención se basa fundamentalmente en dos puntos: frente al flebotomo y frente a la Leishmania.

-Frente al flebotomo: consiste básicamente en evitar sacar al perro de casa en las horas de mayor actividad del insecto (entre el anochecer y el amanecer), y en utilizar productos adecuados como los collares repelentes.

-Frente a la Leishmania: recientemente se ha comercializado la primera vacuna contra la leishmaniosis en Europa. Hay que tener en cuenta que esta vacuna requiere de tres dosis separadas entre si tres semanas, por lo que es conveniente empezar con el protocolo vacunal alrededor de dos meses antes de viajar a zonas de riesgo.

Para cualquier pregunta que tenga sobre el tema, o si le interesa saber más acerca de la leishmaniosis y su prevención, no dude en acudir a nuestra consulta.

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