Chequeos geriátricos: preguntas frecuentes

¿Qué es un chequeo geriátrico?

Un chequeo geriátrico es una revisión completa que consta de una serie de pruebas destinadas a comprobar el correcto funcionamiento de los principales órganos y sistemas de aquellos animales que ya han sobrepasado una determinada edad.

¿De qué pruebas consta?

En cada chequeo geriátrico realizamos una exploración física pormenorizada, un análisis sanguíneo y urinario completo, un estudio radiológico torácico, un electrocardiograma y un control de la tensión arterial.

¿Por qué es conveniente realizar un chequeo geriátrico si mi mascota parece sana?

La detección precoz de procesos patológicos que aún no den síntomas pero que ya se estén desarrollando es clave para el éxito del tratamiento: en multitud de enfermedades asociadas a una edad avanzada, una vez que aparecen los primeros síntomas puede ser ya demasiado tarde para realizar una terapia adecuada, con lo que la duración y la calidad de la vida de nuestro animal podrían verse sensiblemente disminuidas.

Además la realización de estas pruebas nos permitirá contar con una valiosa referencia con la que comparar futuros análisis, detectando así variaciones patológicas con mayor precisión.

¿A partir de qué edad es conveniente la realización de un chequeo geriátrico?

La especie y la raza de nuestro animal de compañía son los principales factores a la hora de decidir cuál es el momento adecuado para plantearse realizar un chequeo. En gatos y perros de razas pequeñas suele ser alrededor de los 8-9 años; en perros de razas medianas y grandes la edad bajaría a 7 años; por último, en perros de razas gigantes sería conveniente comenzar a realizar chequeos a partir de los 5-6 años.

¿Cada cuánto tiempo sería conveniente hacer un chequeo geriátrico a mi mascota?

A partir de la edad de inicio recomendada, y en ausencia de procesos patológicos que requiriesen un control más exhaustivo, lo más adecuado sería realizar los chequeos con una periodicidad anual.

 
 
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